Práctica Meditativa

FAQ y evidencias en la meditación para discernir

En la meditación existen infinitud de vivencias, pero hay que saber discernir cuales de ellas, son las evidencias que se dan en la práctica meditativa y cuáles son incorrectas, las que no son la meditación; de lo que es la meditación y su práctica correcta. Lo comento y expreso porque me ha pasado cantidad de veces, años largos de confundirlo y perderme, al no tener un mapa, guía clara de lo que es y no es la meditación lo falso e irreal y sus errores en la práctica. Decir que esto mismo también es el dharma (práctica correcta) forma parte del camino a recorrer, que nos hace aprender a discernir a cada uno.

Aquí la meditación será tratada desde el punto de vista que más conozco y he practicado, desde la perspectiva del Vedanta Advaita y en la meditación Advaita, sobre todo del Shivaismo de Cachemira los objetos aparecen en la observación. El yoga de Patanjali dice: en la meditación tenemos que instalarnos en el foco de la Atención y el Advaita dice: es el foco de Atención el que se instala en nosotros, en un sitio u otro de ti mismo y el aparece en nuestra Conciencia.

El Advaita tiene su diferencia con el Yoga clásico que expone Patanjali, en donde la observación casi siempre se dirige a los objetos y es necesario recalcar que es una vía progresiva, su forma es dual, con esto no quiero decir que no complete el descubrimiento de la realidad Absoluta y que además en la que nos sirve de una ayuda genial en el mapa, recorrido hacía la meditación y no perdernos en el, pero recalcaría para mí al menos sea una vía más preparatoria a estar en disponibilidad. En cambio el Advaita es una vía directa no progresiva donde Conocer y Ser son una misma cosa, es un estado de Conciencia Absoluta, su forma es no-dual, la observación no se dirige a los objetos, aquí los objetos aparecen en la observación.

En mi caso ambas me enseñan y aprendo de ellas, sobre todo en el inicio y preparación hacia la meditación, como lo es la vía progresiva da Patanjali, pero siempre la meditación sobre algo, me ha conducido y no he salido de la fijación. En cambio la vía directa Advaita me ha mostrado más allá de meditar sobre algo que nos conduzca solo a la fijación y no nos libere de ella. Ambas nos conducen a la misma Realidad de Conciencia, por sendas diferentes. Empezaremos sobre la meditación con algunas preguntas:

¿Cuando estás en el presente?: Estás en el presente cuando te das cuenta, que no estas en el presente. Estás en el presente cuando te das cuenta, que estas pensando. Este es el inicio de la meditación.

Investiguemos esto un poco más, que es lo que sucede para que esto sea así. Lo primero que ocurre al inicio de meditar, es que te das cuenta que no estás en el presente y lo mágico de que suceda esto, es porque comienzas ya a estar en el presente. Si estás en el presente no estas pensando; si estas pensando metido en la cabeza, en tú historia y preocupaciones, no estas el presente. Si te sitúas en el presente pensando lo que pide, acontezca la situación del instante, entonces ya estás en el presente, es paradójico, mirarlo si es así, es una invitación que nos permite la entrada a la meditación.

Pasaron muchos años de meditación, incluso después de haber estado aprendiendo con Antonio Blay, Jean Klein, para darme cuenta de que vivía la meditación como la misma vida: como pensamiento y pensaba continuamente cómo vas madurando en la vida, cada vez meditas mejor, eres más amoroso, esto me mantenía a gusto, en bienestar, en las asanas, los pranayamas, en la meditación pero eran pensamientos, estados. Salvo en excepciones, poco vivía en el presente, no me liberaban del salir de meditar sobre algo, siempre me conducía a la fijación, a la necesidad de controlarlo todo.

Llegaron unos años de cansancio y no querer recoger ni acumular más información, cursos, libros, termine saturado, de que ya sabía demasiado, para lo poco que lo vivía. Así continué mi propio trabajo de investigación y fue terrible, brutal el descubrir la identificación con el "yo" o la fuerza del pensar, que prácticamente es lo mismo. Me dí cuenta de lo difícil que me era vivir en ausencia de pensamientos. Esto me hizo despertar.

Al ver, ser consciente lo que hice y sigo realizando es el mero hecho, de observar todos estos contenidos mentales, de que cuando no estoy atento al presente, del bombardeo de tantos pensamientos, incluso y sobre todo en lo cotidiano, esto sin saberlo fue haciendo su trabajo de devolverme a la propia atención del presente. A pesar de sentirme horriblemente muchas veces, de no poder detener los pensamientos, fue encontrar una espléndida herramienta de cada vez, que me observaba en el pensar (sentimientos, emociones o en los sentidos) me iba colocando en otro estado de conciencia más presente y atento solamente a él, a lo que acontecía sin acción o con acción.

¿Cuando estás en la atención?: Estás en la atención al darte cuenta que estas pensando, esto te coloca directamente, en la atención de estar presentes. Atención a la propia atención, solo se vive en el presente. Aquí tenemos otro inicio a la meditación.

¿Somos realmente conscientes, de cuanto estamos en el presente, en la atención?: años y años de meditar hasta que me di cuenta con sorpresa de lo poco, que vivía en el presente y en la atención, el impacto fue tan fuerte que tan solo darme cuenta más y más de esto, ya hizo apuntar a discernir hacía estar más presente y atento, cada vez que era consciente de descubrirme, que me había ido, volvía. Otro nuevo inicio a la meditación.

Esto que es tan básico y a la vez tan complejo y difícil, que lo expone y experimenta tan magistralmente el Vedanta Advaita sobre la meditación, me ha válido más que todas técnicas, estrategias de mantras, kundalinis, chakras, pranayamas etc. Sin menospreciar por ello nada de lo que pueden preparar y ayudar con una enseñanza de práctica correcta y adecuada. Todo esto de las técnicas, al menos tal como lo he experimentado en mi, me ha aportado, me prepara y me ayuda mucho; pero la atención, el presente no te prepara, ni te ayuda; sino que te coloca, instala en la conciencia directamente de que Somos, del discernir a la meditación. La meditación es vivirse en no-dualidad y toda estrategia, técnica no te puede llevar a la no-dualidad, porque esta surge, viene, no hay que hacer nada, sucede solamente estando en el presente y en el vivir la atención continuadamente.

Cada vez vivo más clara la evidencia de lo que la meditación no es: una técnica porque en toda técnica he ido yo a ella, he hecho y en la meditación en cambio ha sido ella la que ha venido, no hay que hacer nada, ha surgido, me ha raptado y esto ha sido el inicio a la meditación, a la no-dualidad. En la técnica existe referencias, estrategias, esfuerzos, objetivos a alcanzar, la mayoría de las veces persiste el afán de conseguir, de controlar, donde hay parte del sentido de yo-personal, de ego. En la meditación no existe ningún control, ni controlador, sólo se deja Ser, se Es, se vive en cada instante la atención a lo que acontezca en el presente, no existe esfuerzo, ninguna voluntad del ego, del pensamiento.

Para discernir e investigar sobre todo esto, partiremos de lo que no es la meditación. La meditación no es: la práctica de cantidad de horas, de sólo disciplina, ni estar en ella distraído, disperso, agitado con la mente en un bombardeo de los pensamientos, emociones, sentimientos, en dualidad, como normalmente nos encontramos. La meditación no es ni tan siquiera una atención con intención, ni localizada, enfocada y esto se confunde mucho en Occidente. En el Advaita esto lo tienen muy claro, discernido (viveka), estuve años confundido llamando y experimentando en estos estados como meditación y es todo menos meditación. Ahora ya lo discierno más claro, otra cuestión es evidenciarlo y más continuamente en el presente; pero hacía ello vamos apuntando.

¿Entonces qué es la meditación?: es el estado de vivir en el presente, en plena atención. La meditación es atender simplemente a la atención, meditar es el arte de convertir el instante en un momento único y eterno. Para mi por expresarlo de algún modo esto es tan inexplicable, que la meditación apenas se puede describir, pero en los momentos que se han dado cortos e intensos de Conciencia, los he evidenciado como una comprensión de que: "la meditación es la celebración de la alegría de Ser, que se vive como una presencia constante", es decir que siempre ha estado, está y estará, a pesar de que ahora no lo viva, excepto en esos esporádicos momentos, es revivir eso que Somos con intensidad, lucidez una y otra vez.

En todo esto que se puede vivir y se vive, por supuesto que se puede describir desde otros ángulos de visión, de vivencias diferentes, por eso lo expreso, para esclarecer, discernir y no perdernos tanto en la meditación. Todo esto puede crear mucho debate, cuestiones, puede verse y ser de otras maneras, que pueden servirnos para contrastarlas y compartirlas, para saber discernir lo que nos sirva y ayude, lo que es la meditación. Para mí la meditación es: la vida misma, vivida en todo instante atento y siempre en el presente, ante lo que acontezca en la vida cotidiana (en la limpieza de los dientes, andando y cuando estoy rabioso). La atención a la Presencia de Ser en todo lo que abarca la meditación, es el camino más corto y directo.

Koldo Ruiz